México es socio extrarregional del BCIE desde el año 1992, con una participación autorizada de US$306.25 millones dentro del capital accionario del Banco y aportes de capital por US$76.56 millones, ubicándose como la tercera mayor participación accionaria dentro del grupo de socios extrarregionales con un 5.03%.
La contribución que canaliza México a la región centroamericana a través del BCIE se sustenta en varios instrumentos de cooperación financiera con el Banco Nacional de Comercio Exterior S.N.C. (Bancomext), por un monto total de US$520.8 millones.
La relación entre el Banco y esta nación se consolidó en el año 2008, con la puesta en marcha del Programa para el Desarrollo de la Vivienda Social en Centroamérica. Este se enmarca en el Proyecto de Integración y Desarrollo de Mesoamérica (antes Plan Puebla Panamá). Desde esa fecha, el gobierno mexicano ha dispuesto recursos para desarrollar un mercado sostenible de financiamiento a la vivienda de largo plazo en la región centroamericana, que atienda el rezago habitacional y las necesidades futuras en esta área. A lo largo de la existencia de este Programa, se han gestionado 59 desembolsos, a través de catorce instituciones intermediarias. En total, se ha canalizado el 192.7% del financiamiento inicial disponible, beneficiando a 8,032 hogares de bajos ingresos, que ahora cuentan con una vivienda más digna.
US$562,960.00 para proyecto de Tren Eléctrico en Costa Rica
Con este tipo de iniciativas, el BCIE incentiva el desarrollo de inversiones amigables con el ambiente en sus países miembros, esto en congruencia con su eje estratégico de sostenibilidad ambiental.
San José, 20 de septiembre de 2019.- El Fondo Verde del Clima (GCF por sus siglas en inglés) aprobó al Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) una cooperación técnica no reembolsable por un monto de US$562,960.00para financiar estudios relacionados con el desarrollo del Proyecto del Tren Eléctrico de Pasajeros del Gran Área Metropolitana en Costa Rica, impulsado por el Instituto Costarricense de Ferrocarriles (INCOFER).
Estos estudios son críticos para asegurar que las inversiones por realizarse en el marco del proyecto se hagan de forma amigable con el ambiente, buscando de esta manera consolidar un proyecto que represente una transformación del sistema ferroviario actual hacia un sistema de transporte cero emisiones de dióxido de carbono.
Los estudios pretenden llevar al proyecto hacia una iniciativa de transporte bajo en emisiones real y concreta, en línea con los esfuerzos y compromisos nacionales esbozados en el Plan Nacional de Descarbonización impulsado por la República de Costa Rica. Los resultados de estos estudios serán fundamentales para el desarrollo de una propuesta al Fondo Verde del Clima para el desarrollo e inversión del proyecto, lo cual traería enormes beneficios a la consolidación de esta importante obra para los costarricenses.
Al respecto la Presidenta del INCOFER, Elizabeth Briceño Jiménez indicó que: “este es un paso más en el logro de los objetivos que INCOFER se ha planteado para hacer realidad el proyecto de Tren Eléctrico de Pasajeros, contar con el apoyo del Fondo Verde del Clima, a través del BCIE, ratifica nuestro compromiso con el Plan Nacional de Descarbonización y nos acerca cada día más a la meta de volver a contar en Costa Rica con un tren eléctrico”. Así mismo destacó el importante trabajo que se ha venido realizando desde la Unidad Ejecutora del proyecto, mismo que avanza según el cronograma establecido.
Por su parte, el Oficial en jefe de País, Mauricio Chacón comentó: ¨desde el BCIE nos sentimos muy complacidos de gestionar iniciativas ante el GCF, ya que este tipo de intervenciones le permite a INCOFER avanzar en el desarrollo de las diferentes etapas del proyecto, de forma sólida y con una ruta claramente definida. Todo esto con el fin de maximizar todos los impactos positivos tanto sociales como ambientales que el tren eléctrico de pasajeros traerá a Costa Rica¨.
Con esta gestión ante el Fondo Verde del Clima el BCIE consolida su rol tanto de procurar apoyar a sus países miembros en el desarrollo de proyectos estratégicos, como también de la canalización de recursos hacia iniciativas que favorecen el desarrollo de inversiones amigables con el ambiente.
