Uno de los impactos más significativos del fenómeno de la corrupción es que todas sus formas y evoluciones, sean éstas actos de discrecionalidad, ausencia de controles, o elementos culturales como la tolerancia, por mencionar algunas, se convierten en impedimentos para que habitantes de los países alcancen una mejor calidad de vida, especialmente los que cuentan con mayores índices de pobreza a quienes se les impide su desarrollo sostenible.

Por ello, es preciso y urgente para estas naciones y su gente que se erradiquen de forma más profunda y exhaustiva estas prácticas perjudiciales y, para ello, hay muchas formas de abatir este mal, siendo la transparencia, la integridad y la adopción de principios de “Cero Tolerancia”, instrumentos transversales no negociables.